5 problemas que resuelve la tecnología de las ciudades inteligentes
Las ciudades han evolucionado mucho más allá de los simples sistemas de carreteras, puentes y edificios. Ahora, estos entornos urbanos son redes interconectadas de redes y tecnologías, todas ellas diseñadas para facilitar la vida de los residentes. Estas ciudades inteligentes aprovechan las tecnologías del Internet de las cosas (IoT) para mejorar la eficiencia y la seguridad, por ejemplo, reduciendo la congestión del tráfico y aumentando la seguridad de los espacios públicos. A continuación, analizamos en profundidad cinco problemas que resuelven las ciudades inteligentes.
1. Tráfico y congestión
La congestión del tráfico es un problema muy habitual en las carreteras urbanas. Los retrasos inesperados y los atascos pueden dificultar los desplazamientos por la ciudad a cualquier velocidad, y más aún en las horas punta.
Las redes de ciudades inteligentes se crean con sensores y sistemas de monitorización que recopilan datos sobre el tráfico y las condiciones ambientales. Esos datos se transfieren a través de una red a una base de datos centralizada. Desde allí, los controladores de tráfico y las autoridades pueden utilizar esta información para predecir los flujos de tráfico, encontrar soluciones como desvíos de tráfico o reconfigurar las secuencias de los semáforos para garantizar un mejor flujo de tráfico.
Otra forma de reducir la congestión es mediante una mejor gestión del estacionamiento. Se pueden utilizar sensores para proporcionar datos en tiempo real desde los estacionamientos conectados, mostrando cuántas plazas hay disponibles. Eso significa que habrá menos coches dando vueltas en busca de estacionamiento, lo que contribuirá eficazmente a que el tráfico fluya con mayor fluidez.
2. Una solución de ciudad inteligente para la seguridad pública
Una de las mayores ventajas de las ciudades inteligentes es su capacidad para mejorar la seguridad pública, concretamente mediante una mayor vigilancia. Las tecnologías de las ciudades inteligentes, como las cámaras de vigilancia, siempre han sido fundamentales en las iniciativas de seguridad. Sin embargo, también pueden suponer una carga a la hora de examinar el gran volumen de imágenes grabadas. Las ciudades inteligentes están optimizando estas operaciones de vigilancia.
Imaginemos una ciudad en la que las cámaras de videovigilancia ya estuvieran conectadas a una red capaz de enviar alertas en tiempo real a las autoridades. Esto no solo reduciría los tiempos de respuesta, sino que también podría mejorar los resultados. Otra tecnología muy popular son los sensores. Estos pueden utilizarse para crear una red de defensa que alerte a las autoridades o a los propietarios de edificios de cualquier actividad anómala, como puertas o ventanas forzadas.
3. Iniciativas de ciudades inteligentes para la sostenibilidad
Uno de los principales objetivos de las ciudades inteligentes es la eficiencia energética. En comparación con las ciudades tradicionales, estos centros urbanos inteligentes pueden ayudar a las ciudades a reducir las emisiones y, al mismo tiempo, permitir una mejor gestión de los recursos naturales. Los dispositivos IoT pueden utilizarse para automatizar los edificios y la iluminación, lo que significa que los sistemas no tienen que estar funcionando en todo momento. En su lugar, estas redes automatizadas pueden encenderse y apagarse en función de las horas punta.
Luego está la forma en que una red de ciudades inteligentes puede utilizarse para informar a los responsables de la toma de decisiones. El primer paso para abordar cualquier problema es comprenderlo. La conectividad y los dispositivos del IoT permiten a los urbanistas recopilar datos, lo que les proporciona nuevos conocimientos sobre los problemas. A partir de ahí, los urbanistas y los grupos pertinentes pueden tomar mejores decisiones, desde mejores rutas para la recogida de basuras hasta formas más eficientes de tratar las aguas residuales.
4. Soluciones de ciudades inteligentes para la salud pública
Los problemas de salud pública urbanos suelen requerir soluciones diferentes a las de las zonas rurales debido a la mayor densidad de población. Las ciudades inteligentes conectadas digitalmente pueden hacer que la atención sanitaria sea más inteligente mediante la integración de datos y sistemas automatizados. Esto puede ayudar a dar respuestas en tiempo real en una crisis sanitaria, como la vigilancia de la propagación de enfermedades. Estos dispositivos también permiten la comunicación en tiempo real entre el gobierno y el público. Esto significa que se pueden enviar alertas casi en tiempo real a los ciudadanos, lo que ayuda a minimizar los riesgos inesperados y a que más personas se vean afectadas por un problema.
Sin embargo, la infraestructura digital de las ciudades inteligentes no solo sirve para prevenir enfermedades, sino que también permite a los servicios sanitarios optimizar la salud pública, desde revisiones rutinarias hasta el control de brotes de enfermedades graves y la respuesta a emergencias. A través de sistemas conectados, los profesionales sanitarios pueden acceder a una amplia gama de herramientas e información, desde especialistas al otro lado del mundo hasta los historiales de los pacientes.
5. Mejor acceso a los servicios públicos.
Si bien los pronósticos meteorológicos son un excelente indicador de las amenazas inminentes para la infraestructura de servicios públicos, la tecnología de las ciudades inteligentes añade otra capa de protección. Mediante el uso de datos y sensores, las autoridades competentes pueden gestionar mejor los recursos ante una amenaza. Esto puede incluir medidas como el redireccionamiento de los flujos de la red eléctrica para garantizar el suministro de energía.
A pesar de las mejores medidas de prevención, a veces pueden producirse cortes sin previo aviso. Aunque los cortes a veces son inevitables, las ciudades inteligentes pueden utilizar la tecnología IoT para mejorar los tiempos de respuesta. Los servicios públicos pueden conectarse mediante una red de sensores y sistemas de monitorización que detectan cortes, fugas u otros problemas de mantenimiento en tiempo real. Estas alertas pueden enviarse a los controladores, que pueden organizar las reparaciones antes de que se conviertan en algo costoso y más perjudicial.
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